Artista: Antonio Jiménez [Divari]. Exposición: “Redención”Lugar: Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Málaga. Acceso por Plaza El Ejido, 1. 29071. Málaga.
Inauguración: Jueves 16 de mayo de 2024, 19:00 h.
Horarios y duración: de 9 a 14:30 h y de 16 a 20:30 h, de lunes a viernes. Del 16 de mayo al 13 de junio de 2024.
Comisariado: Carlos Miranda.
Producción: Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga.
La Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga presenta Redención, de Antonio Jiménez [Divari], en la que plantea una serie de casi cuarenta pinturas realizadas en los dos últimos años. La filiación figurativa de esta colección de cuadros tiene una clara vocación alegórica, cruzando el bodegón con la composición de escenas de reminiscencias aparentemente lúdicas, casi pueriles, en un marcado lenguaje barroquizante que, sin embargo, hace maniobrar –entre el sarcasmo, la opereta y el drama- en territorios que reconocemos como propios de nuestras contradicciones más actuales. En Redención, el lenguaje pictórico está en función de un fuerte carácter narrativo de la representación, donde la propia la factura del óleo viene a situar el tono de esos relatos. Una especie de pequeños acontecimientos que no aparecen clausurados, sino que el autor establece como indicios de historias, momentos de un transcurso cuya lectura siempre nos ofrece abierta, como ofrenda de pantallas de proyección de la memoria íntima de cada cual.
Divari parece haber hecho suya la aseveración de John Currin de que la historia del arte deviene como una constante vulgarización de lo anterior, y si eso lo llevamos a que sus “modelos” son juguetes y porcelanas de adorno doméstico –nada más kitsch-, el bucle de bromas está servido. De hecho, por eso acude al tradicional género del bodegón, que anima con los personajes que su memoria íntima le trae de su infancia, figuras a las que, por cierto, siempre tuvo negado el acceso más allá de la mirada: “¡no toques las figuritas, niño!”. Esta exposición es, pues, un acto de desobediencia en toda regla, haciendo monumento metafórico de una limitación íntima que ha decidido transgredir. En este sentido, la condición más camp de nuestro autor es que juega con la dramatización de la condición cursi e intrahistórica del imaginario doméstico familiar, una teatralización que compone a través de escenas nada inocentes en las que la pervierte lo naif para llevarlo al ámbito alegórico de una rebelión ante los patrones identitarios en los que no puede reconocerse a sí mismo. De ahí que entienda esta colección de pinturas como un progresivo acto de redención personal. “Redención” significa, en su literalidad etimológica, “comprar de nuevo”, y su uso habitual en sentido figurado remite a la liberación, mediante una acción, de un vejamen, dolor, penuria u otra adversidad. Se suele aplicar a conceptos espirituales y religiosos, y la educación sentimental de Divari ha sido ortodoxa respecto a tales parámetros esencialmente católicos… Hasta que ha decidido volver a la etimología para, efectivamente, precipitar una emancipación mediante el inteligente empleo de las representaciones de segundo grado que modulan su pintura, pues la complejidad del autoconocimiento implica aquí una sofisticación de las estrategias discursivas que lo faciliten, y, siendo pintor, la historia del medio le proporciona no pocos recursos para ello.
Estamos, pues, ante una exposición que articula el despliegue de todo un plan de reconsideración crítica de la muy efectiva batería de imágenes que nos rodean desde la más tierna infancia, donde unas formas de adorno y juego implican sutiles modos de sublimación de roles de género, venidos aquí a complementarse perfectamente con otras idealizaciones, de trascendencia religiosa, dadas a seducirnos mediante una epatante belleza que, más allá del culto, oculta la tremenda operatividad moralista de su función cultural. Una discursividad que, como las figuritas de Lladró que aquí se pervierten, revela mucho más de lo que enuncia, lo cual permite que, más allá de su excelencia procedimental, el óleo aparezca aquí como una técnica intelectual de primer orden.
La exposición, comisariada por Carlos Miranda, estará acompañada de una publicación que contará con sendos textos suyo y del propio autor.
Antonio Jiménez [Divari] (Málaga, 1999) es Graduado en Bellas Artes (2022) y Máster en Producción Artística Interdisciplinar (2023), ambas titulaciones por la Universidad de Málaga, donde también cursa actualmente el Máster en Profesorado de ESO, Bachillerato, FP e Idiomas en la especialidad de Artes. Además de en dos tempranas individuales (Instituto Andaluz de la Juventud de Málaga, 2017 y Centro Cultural de Benalmádena, 2016), ha expuesto en diversas colectivas recientes, como Para RecordArte (Sala de Exposiciones del Rectorado de UMA, 2023), Open Studios 23 (Facultad de Bellas Artes de la UMA, 2023), o Como una bola de nieve (La Casa Invisible, Málaga, 2023), así como en numerosos y variados certámenes de pintura y dibujo de diversas localidades.