Inauguración exposición: “La próxima vez será” de Sara Marin. 30/04/25, 19:00. Sala de Exp. Chema Cobo, F. de BB.AA. de Málaga.

Artista: Sara Marin.                                                                                                                                       Exposición: “La próxima vez será”.

Lugar: Sala de Exposiciones Chema Cobo, Facultad de Bellas Artes de Málaga. Plaza El Ejido, 1. Málaga.

Inauguración: Miércoles 30 de abril de 2025, 19:00 h.

Horarios y duración: de 9 a 14:30 h y de 16 a 20:30 h, de lunes a viernes. Del 30 de abril al 5 de junio de 2025.

Comisariado: Carlos Miranda y Delia Boyano

Producción: Facultad de Bellas Artes y Vicerrectorado de Cultura de la Universidad de Málaga

La Sala de Exposiciones Chema Cobo de la Facultad de Bellas Artes y el Vicerrectorado de Cultura de la Universidad de Málaga presentan La próxima vez será, de la artista Sara Marín. Esta exposición asume el desarrollo de una serie de ricas y muy sugerentes analogías entre los territorios de una convulsa -y peligrosa- conducción automovilística, así como de la ciencia de una óptica engañosa, por un lado, y de la virtualización de las relaciones sentimentales contemporáneas por otro, en un exquisito ejercicio de poesía visual dado a resemantizarlas críticamente desde la sublimación de la experiencia personal de la autora. De hecho, la muestra responde al desarrollo y puesta en escena del proyecto Fig.3: Aberración de onda, elaborado por Sara Marín durante su brillante paso por el Máster en Producción Artística Interdisciplinar de la UMA. La próxima vez será se configura, así, como una intervención transdisciplinar -entre vídeo, escultura, pintura y ensayo gráfico- del espacio de la sala, cuya performatividad implícita caracteriza fuertemente cada obra como eslabón narrativo, para sublimar los restos emocionales de una historia de amor fallida. A través de una serie de obras que combinan imágenes encontradas en internet -manuales de tráfico, artículos científicos, tutoriales- con otras de generación propia, la exposición se construye como un continuo collage de acontecimientos simbólicos que da lugar a una narrativa cifrada desde lo íntimo, pero en todo momento atravesada por referencias culturales contemporáneas de todo tipo. Marín toma el gesto de convertir lo digital en analógico, lo público en personal, lo sofisticado en primitivo o lo traumático en ridículo, mezclando entre sí la carretera, la óptica, y la cultura de internet en un territorio lingüístico propio donde diferentes medios hibridan y dialogan, para plantearnos preguntas incómodas sobre los vínculos entre amor, deseo, violencia y tecnología desde una particular perspectiva feminista.

Debido a su carácter de relato, en el proyecto se hacen inevitables alusiones a lo editorial, jugando conscientemente con el texto y la imagen al mismo nivel. Esto se origina con un fanzine dibujado a partir del cual se desplegaron muchos de los ámbitos representacionales en los que ocurren las distintas piezas. De esta manera, el lenguaje frío de texto e imágenes infográficas y de consumo universal desvía el subtexto traumático tratado hacia otros lugares, creando una cadena de sucesivas metáforas y metonimias en la que lo presuntamente informativo se vuelve conflictivamente alegórico. Pues, en efecto, aquí las relaciones personales comportan complejidades dialécticas llenas de interés, como si de rompecabezas se trataran, al condensar en ellas múltiples perspectivas: desde el pasado vivido de cada persona, al contexto socioeconómico y el estilo de vida que nos moldea. Cuando estas diferentes ópticas entran en contacto, pueden distinguir o confundir, pueden convivir o colisionar. Sin embargo, la colisión puede ser entendida no sólo como un evento negativo, sino también como una posible respuesta a una necesidad de transformación, como una puerta que se abre a la muy buena pregunta que subyace bajo este proyecto: ¿Qué papel juega el deseo femenino en un entorno marcado por la hiperconectividad, el individualismo y la carencia afectiva?

Esta exposición, comisariada por Carlos Miranda y Delia Boyano, estará acompañada de una publicación que contará con sendos textos tanto de la autora como del equipo curatorial.

Sara Marín (Puerto Real, 2000) es Graduada en Bellas Artes (2023) y Máster en Producción Artística Interdisciplinar (2024) por la Universidad de Málaga. En 2021 cursó un cuatrimestre de sus estudios en la Académie Royale de Beaux Arts de Liège, en Bélgica, gracias a la beca Erasmus. Su trabajo ha sido expuesto individualmente en el Centro Cultural Villa de Ardales (Panóptico del final del verano, 2023); y ha formado parte de muestras colectivas como BIUNIC 2024 (Fundación Valentín de Madariaga y Oya, Sevilla), Muestras de Artes Visuales de MálagaCrea, siendo finalista en 2023 y mención especial en 2024 (CAC La Coracha, Málaga), Hecho en casa (Centro Condeduque, Madrid, 2023) o Drawing by numbers (UNLOQC53, Bruselas, 2022), entre otras. También ha sido beneficiaria de becas de residencia como las Residencias Creativas Iniciarte (Málaga, 2024) o el Curso de Pintores Pensionados de Paisaje (Segovia, 2021).